martes, 21 de junio de 2011

Carta al Sr. Slayer, 2011

Estimado Sr. Slayer,

Me concierne decirle que debido a sus pulverizadores tambores y apabullantes riffs mi estado corporal ha alcanzado niveles críticos de dolor, que no hubieran sido posibles si no es por su presencia escénica y la manera de machacar sus instrumentos. Una parte de mí dudaba de ir o no a verlo, ya que no soy un gran fan aunque eso ha ido cambiando con el tiempo. Empezamos con el pie izquierdo con Christ Illusion, cuando debí haber escuchado Reign In Blood desde un inicio. Para muchos puede que esto sea un pecado, por lo que quizás reciba 50 azotes de manera voluntaria al ritmo de Angel of Death para purificar mi cuerpo y alma.

Atte.
Un nuevo fan... más vale tarde que nunca.

Ahora sí, platiquemos un poco de Slayer (o para Gero: ¡ESLELLER!). A veces se necesita conocer una leyenda en carne y hueso para poder apreciar otro lado de la misma. Debo admitir que no estaba tan emocionado como muchos de irlos a ver. Pero eso cambió en el momento en que mis oídos vírgenes del último material de Slayer recibieran con agrado World Painted Blood mientras mi espalda sentía los codos de alguien y empujaba por instinto al güey más cercano.

No podré decir mucho, los títulos de las canciones aún flotan por mi cabeza y se pasan a excepción de las que tocaron del Reign In Blood y un poco el Season in the Abyss, lo cual agradezco muchísimo porque las disfruté como enano en Navidad. Lo mejor, y creo que lo que más se esperaba eran los moshpits. Les seré sincero, dada mi complexión no soy muy apto a la supervivencia en el pit, ya que de repente me agarran de pelota de volleyball. Sin embargo, normalmente me animo y ahora que no hay escalones, qué mejor. Corrí, empujé, fui empujado y me tropecé con un individuo, pero una vez más la muestra de hermandad y de sana violencia brilló mientras un colega metalero me agarraba de un pie y una mano para levantarme. Lo del pie hizo más difícil reestablecer balance, pero todo bien.

Todo esto durante Reign In Blood, un momento decisivo, el momentum de la rola crecía mientras todos dejábamos espacio al centro esperando por ese momento en el que nos arrojaríamos con ímpetu sobre el otro. Y vaya que creció... y se torno en un tornado violento de manos arrojando cuerpos y de cuerpos arrojados a la multitud.

No puedo hablar mucho del setlist, ya dije que soy un nuevo fan. Pero me encantó Reign In Blood, Angel of Death, Bloodlines, War Ensemble y Bood Red.

Disfruté mucho un concierto lleno de energía y Gary Holt de Exodus fue un GRAN reemplazo. Mis respetos para todos.