Ir a un concierto de metal tiene su chiste y ciertos riesgos involucrados a la hora de estar metido entre una turba catártica que levanta su puño en alto venerando a la banda que está tocando. En mi experiencia, he tenido buenos y malos conciertos y es por eso que quisiera compartir algunos tips para quién esté dispuesto a aceptarlos, o algún novatillo por ahí que no sabe ni qué pedo con los conciertos.
Lo primordial, si uno se siente guerrero para hacer su lucha para intentar llegar hasta adelante, o al menos conservar el lugar más cercano al escenario es mantenerse hidratados. No hay peor cosa que estar de frente a la banda, y comenzarse a sentir débil y cansado por falta de agua mientras vemos botellas de delicioso líquido flotando por nuestras cabezas que lanzan a aquellos fuertes que logren atraparla.
Por eso, Sho y yo tenemos una extraña técnica antes de lanzarnos a algún toquín o concierto donde queremos estar entre la banda. Cómprense un litro de agua cuando salgan de sus cantones y vayan tomándosela durante el traslado al lugar. Esto les dará tiempo de asimilar el líquido en su organismo, hidratarse con calma y no sentirse tan pesados cuando lleguen allá.
Antes de entrar a la turba catártica que tanto caracteriza a los metaleros, échense un viaje a 'la oficina' y firmen un par de papeles. Lo mejor es estar hidratados, pero con la vejiga vacía, a fin y a cabo todo lo que bebieron lo van a sudar en un santiamén si deciden adentrarse en la cueva del infierno, donde sudarán y les caerá sudor ajeno (la playera que traigamos, posiblemente termine empapada... 80% sudor ajeno; 20% nuestro) y si quieren moshear, lo mejor es estar en óptimas condiciones para darle aguante al asunto.
Si ustedes son más relajados y van sólo para ver y escuchar desde las gradas o lejos del frente, tómense las chelas que quieran y vean agusto el toquín... a final de cuentas, no perderán su tan peleado lugar si dan un par de viajes al retrete.
Si no tienen ganas de entrarle al mosh pit o que los estén empujando constantemente, lo mejor será alejarse de la zona de enfrente que está más céntrica. La naturaleza catártica de la música hará un torbellino que succionará a todo pobre ser dentro de un torbellino humano que dejará sólo destrucción a su paso. Por lo general es contenido por una barrera humana, pero si traes chava y ella no es tan aventada y tú no tienes la masa corporal suficiente para parecerte a King Kong (es necesaria para cuidarla de la redada vikinga que constantemente sucede), búsquense un lugar tranquilón para disfrutar de la banda. No necesariamente en gradas o atrás, pero va a estar medio difícil hasta delante.
Curiosamente creo que existen normas de 'etiqueta' en los conciertos. Y es que es irónico que bajo un ambiente rebelde hayan reglas implícitas que habrá quien siga y a quien le valga madres el asunto.
Por ejemplo, a pesar de que muchos creen que somos bestias incivilizadas, realmente somos hermanos civilizadamente incivilizados. Estamos ahí para mandar a la fregada nuestra vida diaria, normas sociales y dejar salir nuestra bestia interior al momento de headbanguearle a los brutales riffs de la música.
Sin embargo, cuando alguien se cae, lo levantamos. El chiste no es dañar al hermano, porque durante los conciertos, todos los muchachos vestidos de negro que entramos para ver la banda, vivimos una extraña especie de hermandad donde podemos abrazarnos del ente de adelante, mientras mateamos juntos sin pena alguna y alzamos el puño mientras intentamos cantar el coro.
Todo es sana violencia, evitando dañarnos permanentemente. Por eso, fumar es un peligro para los que están a tu alrededor. Nunca sabes si quemarás a la persona equivocada y ésta no sea tan amigable como crees y te zumbe al otro lado del moshpit.
Quién se cae, hay que levantarlo. Luego hay caídas efecto dominó y varias personas terminan abajo.
Respetarás la mata del prójimo como la tuya.
No guacarearás al ningún individuo. Corres el riesgo que tu guacareada provoque una vomitada en masa y nada bueno sale de contenidos estomacales regados en el suelo.
Y bueno, con esto terminaría esta pequeña guía de supervivencia metalera para los que somos delgados y no muy altos. Así que ya saben, mántenganse hidratados ante todo, y si no quieren orinar mucho, llévense un pañal para adultos... quién quita y aplica.
Si tienen algo más que agregar, tips, consejos, o compartir experiencias adelante, será bienvenido.