Una de las cosas que más me enervan en la existencia es que cuando se hable de Metal Church lo que más va a salir a flote son sus trabajos ochenteros. ¿Saben qué? Metal Church trascendió la década de los ochenta y siguen vivitos y coleando en el año 2013.
Una de las promesas que Metal Church hace con el lanzamiento de Generation Nothing es traer un poco de la vibra de sus primeros trabajos. Ahora les voy a ser sincero: ya sabemos cómo terminan esas promesas. Todo el rollo de "regreso a las raíces" no es sólo más que un gancho para todos aquellos que desestiman el trabajo moderno de una banda que los fans atrapan en su época dorada. ¿Funciona? Normalmente es pura mercadotecnia y terminan decepcionando en el proceso. Así que si eres una de esas personas que se quedó atorada en discos como Metal Church y The Dark, témome que no vas a sentir una tonelada de ladrillos yendo hacia tu cabeza. Sin embargo, si no te importa y has disfrutado discos con Ronny Munroe te puedo decir que no te sentirás decepcionado por Generation Nothing.
A pesar de que Metal Church no ha podido superar su debut, no implica que no continúen lanzando trabajos de calidad. A pesar de que este nuevo álbum no supera a The Weight of the World o A Light in the Dark a mi gusto, es un paso adelante de lo que fue This Present Wasteland con creces.
Generation Nothing es un álbum lleno de energía con momentos MUY altos y otros algo sosos, ¿pero importa? Ronny Munroe termina rescatando hasta el más aburrido de los riffs con su energía y la pasión que le mete uno ni lo nota. Es alguien que te haría headbanguear mientras recita la guía telefónica o te intenta dar una dirección.
Nunca entendí cuál es el disgusto de "Bulletproof", primer rola del disco que algunos catalogan como débil. Es de las canciones con más energía en todo el disco y tiene un coro pegajoso del cual es difícil despegarse las primeras veces que lo escuchas. No es un tema representativo del disco, pues después "Generation Nothing" y más adelante "Hits Keep Comin" se dejan venir con todo, incluso con melodías muy características de Kurdt Vanderhoof en la guitarra.
Lo que más me ha gustado de los discos recientes de Metal Church son los arreglos en la batería. En serio que no llegan a ser aburridos y en cada disco han sabido rellenar muy bien cada canción.
No obstante, cada vez que escucho este disco tengo una sensación de déja vú... como que algunas melodías ya las he escuchado en A Light in the Dark, de manera más específica Temple of the Sea, pero eso no implique que no funcione. El disco tiene algunos temas algo débiles y sosos, "Dead City" en definitiva no es mi hit y "Suiciety" puede pasar desapercibida la verdad. Sin embargo, "Scream" y "Close to the Bone" hacen que el resto del disco valga.
Así que si eres alguien al que no le importa escuchar a algunos adultos quejarse de la juventud actual por medio de energía, melodía y gritos mediante el heavy metal y puede soportar que los adultos puedan ponerle a una canción "Suiciety", es un disco AMPLIAMENTE recomendable.
Si no eres alguien así, y sigues atrapado en The Dark, lo mejor es que pases sin ver.
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